Palmira Del Campo es la directora de Gestión de Negocio de La Moraleja Home, una empresa que ha revolucionado el mercado inmobiliario de lujo en el norte de Madrid con los servicios de vaciado de casas, reformas e interiorismo, y home staging (decorar una casa de forma apetecible para venderla de forma rápida, tal y como se hace desde hace décadas en Estados Unidos). Esta firma familiar ha sabido adaptarse a las nuevas necesidades del comprador de alto poder adquisitivo. Con un equipo multidisciplinar, su propuesta está pegando fuerte.
Uno de sus mayores éxitos es el innovador servicio de vaciado de viviendas de lujo, que convierte casas en desuso o heredadas en auténticos espacios expositivos con un atractivo mercadillo de objetos singulares. Este modelo, difundido con fuerza a través de redes sociales, con más de 160.000 seguidores en Instagram, ha captado la atención de coleccionistas, anticuarios y amantes del interiorismo. Todo ello ha convertido a La Moraleja Home en una referencia obligada en un mercado cada vez más exigente, donde la privacidad y la personalización son el lenguaje del lujo.
PREGUNTA (P). ¿Qué es La Moraleja Home?
RESPUESTA (R). Es una compañía de property solutions formada por un equipo multidisciplinar. Veníamos de la promoción residencial de lujo y ahora damos soluciones a temas inmobiliarios desde el punto de vista del propietario, inversor o promotor de vivienda de lujo.
Ahora también aplicamos una estrategia de interiorismo para rentabilizar la venta. Decoras y se vende antes. Ponemos mobiliario atractivo, perfume y café, la casa se presenta como si imaginaras vivir en ella.
También salió el tema del vaciado de enseres de casa. A raíz de la venta de una casa, la gente se pregunta: ¿qué hago con todos estos muebles?, no me los quiero llevar a una casa más pequeña o más lejos. O en casos de fallecimientos, herencias… El caso de una chica que heredó la casa de su tía y no sabía qué había dentro. Ahí les ayudamos.
(P). ¿Cuántas personas forman actualmente el equipo de La Moraleja Home?
(R). Depende del servicio. En el día a día somos diez personas que cubrimos básicamente tres servicios: Home Market (vaciado de casas), Home Design (reformas e interiorismo) y Home Stating (decoración de una casa para venderla en uno o dos meses, en vez de en seis).
(P). ¿En qué consiste el vaciado de casas?
(R). Organizamos markets. Este fin de semana tenemos uno. Vaciamos la casa, sacamos entradas sin coste y se agotan en segundos. Tenemos 163.000 seguidores en Instagram y un canal de WhatsApp con 20.400 personas. A través de ahí comunicamos cuándo van a ser. Se hace el vaciado y se vende durante tres días, de viernes a domingo por la mañana. La gente accede con entradas por franjas horarias, está todo colocado como si fuera un museo. Es una experiencia porque la gente encuentra reliquias. En vaciado de casas somos números uno. Sin planearlo demasiado, ha sido un éxito rápido y espontáneo.

(P). ¿Es una especie de rastro?
(R). Exacto, pero no es un punto limpio porque los productos son de lujo. Viene gente, anticuarios, gente que le gusta restaurar. Personas ligadas al mercado de segunda mano. Todo está inventariado y con precio. Tardamos dos o tres semanas en hacer el trabajo previo. Es un proceso laborioso poner precios. Hay que saber, hablar con tasadores y anticuarios.
La gente se va contenta porque compra cosas muy buenas. Es un mercadillo con buenos productos, en casas de lujo, a precios muy atractivos. Tenemos cliente extranjero en interiorismo. También mucho autóctono que quiere interiorismo para casas de veraneo y mercadillo. Vender una casa sin muebles es más atractivo. Hacemos dos markets al mes y estamos pensando hacerlo en otras ciudades.
(P). ¿Qué os diferencia de otras compañías que también operan en la zona norte de Madrid?
(R). El buen hacer, el trato con el cliente. Nos centramos en la persona. Hay que tener mucha empatía. Vivimos en un mundo digitalizado y es importante dar solución a las necesidades del cliente en temas de decoración, vaciado de casa, temas personales, o necesidad de vender la casa pronto. Somos innovadores en el mercado del lujo. Y ponemos cariño en lo que hacemos.
(P). Hablando de La Moraleja, ¿qué ventajas sigue ofreciendo frente a otras urbanizaciones de alto nivel como El Encinar, La Finca o Puerta de Hierro?
(R). Está al lado de Madrid. En 20 minutos estás en el centro. El tiempo es el mayor lujo ahora mismo. La ubicación es imbatible, al lado de Barajas e IFEMA, donde hay un sinfín de eventos eventos. Estamos cerca de Las Tablas, Valdebebas y Sanchinarro, que han crecido muchísimo. Hay restaurantes, empresas, muchísimo extranjero. Madrid es en algunos aspectos homologable a París.
La Moraleja tiene zonas verdes, campos de golf, seguridad. Se ha conseguido a raíz de los años. Además, el lujo es escuchar pájaros todo el tiempo, no oír el bullicio del día a día. Yo cada vez que voy a Gran Vía, me siento como si estuviera en Reino Unido. Aquí tenemos cerca el parque Felipe VI, que es seis veces el tamaño del Retiro. Contamos con impresionantes vistas y las casas son enormes, con dimensiones y características únicas. La plaza de La Moraleja está cada vez mejor. Y en la urbanización hay un sinfín de restaurantes: comer en terraza en Áurea o cenar en la terraza de 99 Sushi es una delicia. Además, hay buenos médicos y estupendos colegios. Puedes vivir aquí sin necesidad de salir.
(P). ¿Qué perfil de comprador está llegando actualmente a La Moraleja?
(R). Hay mucho extranjero con alto poder adquisitivo. Les gusta la independencia y la discreción. El nuevo lujo no presume. Los ricos de verdad, como Leonardo DiCaprio, son muy sencillos. No les gusta ir enseñando todo. El que tiene dinero de verdad quiere privacidad, y eso lo da La Moraleja. Aunque tenga su gran coche, pero no quiere presumir de él. Quiere privacidad y estatus sin agobios. A María Pombo la he visto en La Moraleja y no se le ‘echan encima’ para pedirle fotos.

(P). ¿Cómo ha evolucionado la demanda en La Moraleja tras la pandemia?
(R). Aquí no se ha notado tanto. Estamos acostumbrados a vivir con estas comodidades desde hace tiempo, ya que la mayoría de las viviendas en La Moraleja cuentan con jardín y espacios amplios, por lo que no ha habido un cambio drástico en la demanda. La gente ya tenía esas necesidades cubiertas y sigue valorándolas igual, pero no ha habido un incremento significativo en la búsqueda de estos elementos específicos tras la pandemia.
(P). ¿Qué tipo de propiedades son las más demandadas actualmente dentro de la urbanización?
(R). Actualmente, la demanda está bastante equilibrada entre obra nueva y casas reformadas. Hay clientes que prefieren comprar viviendas que ya están completamente actualizadas y listas para entrar, mientras que otros buscan oportunidades en casas que necesitan reforma para poder adaptarlas a su gusto y estilo. Además, algunas personas están vendiendo propiedades que requieren renovación, lo que genera un movimiento interesante en el mercado.
(P). ¿Qué importancia tiene hoy en día ofrecer un servicio integral, venta, reforma, decoración, al cliente de lujo?
(R). Es fundamental. Los clientes de lujo valoran poder contar con un equipo que les acompañe en todo el proceso, desde la compra hasta la reforma y decoración final. Esto no solo facilita la experiencia para ellos, sino que garantiza que todo el proyecto se gestione con coherencia y calidad, adaptándose perfectamente a sus necesidades y gustos. Es un valor añadido que hace la diferencia.

(P). ¿Hasta qué punto el lujo hoy pasa por la personalización y la discreción?
(R). Continúan siendo aspectos clave del lujo, especialmente en un entorno como La Moraleja. Los clientes buscan viviendas únicas, que reflejen su identidad y estilo de vida, pero siempre dentro de un marco de privacidad y exclusividad. La discreción es fundamental para preservar esa sensación de exclusividad y tranquilidad que tanto valoran quienes viven aquí.
(P). ¿Cuál es el tiempo medio de venta de una propiedad en La Moraleja?
(R). Actualmente, las viviendas se venden muy rápido, prácticamente vuelan del mercado. La demanda es tan alta y la oferta tan limitada que las propiedades no suelen estar mucho tiempo disponibles. En este momento no hay muchas casas a la venta, y eso hace que se agoten rápidamente, independientemente del tipo de vivienda o estado en el que se encuentren.