Con más de 25 años de historia en el corazón de La Moraleja, REA Inmobiliaria se ha convertido en una firma de referencia en el mercado residencial de lujo en Madrid Norte. Su directora general, Berta Esparza, analiza en esta entrevista la evolución de la empresa, la transformación del perfil del comprador de alto nivel y el papel clave que juega el conocimiento local en un sector donde la confianza y la discreción lo son todo.
P: REA tiene más de 25 años de trayectoria. ¿Cómo ha evolucionado la empresa desde sus inicios hasta convertirse en una referencia en el mercado de lujo de Madrid?
R: REA nació en 1997 en La Moraleja, en un momento en que apenas existían agencias especializadas en el segmento alto de Madrid Norte. Desde el principio apostamos por un enfoque muy personal, haciendo posible cruzar operaciones inmobiliarias de viviendas premium en La Moraleja y alrededores, basándonos en el conocimiento profundo de cada urbanización.
En aquellos primeros años, el mercado era muy distinto: la información no era tan accesible, las operaciones se cerraban casi siempre por confianza directa y la figura del asesor local tenía un peso enorme. Con el paso del tiempo, la digitalización transformó por completo la forma de comunicar, presentar y gestionar las propiedades. En REA supimos adaptarnos sin perder nuestra esencia.
Hemos crecido en servicios, en visibilidad y en profesionalización, incorporando herramientas digitales y procesos de marketing avanzados, pero seguimos manteniendo lo que nos hizo nacer: el trato cercano, la honestidad y la atención personalizada. Hoy seguimos siendo una empresa independiente, con más de dos décadas de experiencia, lo que nos permite ofrecer una visión sólida y realista del mercado. Esa independencia es una de nuestras mayores fortalezas, porque nos da libertad para asesorar con criterio propio y centrarnos únicamente en los intereses del cliente.
P: ¿Qué distingue a REA de otras inmobiliarias que también operan en zonas exclusivas como La Moraleja o El Encinar de los Reyes?
R: Nuestra diferencia está en la forma de trabajar. No vendemos casas sin más, asesoramos personas, familias, proyectos de vida. Cada operación se trata como un proyecto único, desde la valoración hasta el cierre. Nos implicamos de forma directa, sin delegar en terceros, y conocemos a fondo cada calle, cada parcela y cada historia de las urbanizaciones donde operamos.
Además, nuestro conocimiento del entorno no es teórico: llevamos más de 25 años recorriendo estas zonas, viendo cómo evolucionan sus calles, colegios, servicios y tipologías de vivienda. Eso nos permite anticipar tendencias y orientar a nuestros clientes con una base de datos y experiencia que pocos pueden ofrecer. Nuestra independencia y nuestra ética profesional hacen que el asesoramiento sea 100 % objetivo y transparente.

P: En un sector tan competitivo como el inmobiliario de lujo, ¿cómo se construye y mantiene la confianza del cliente?
R: La confianza se gana con hechos. En REA Inmobiliaria no prometemos lo que no podemos cumplir, y eso nos ha permitido mantener relaciones duraderas con clientes que vuelven a nosotros años después o que nos recomiendan a familiares y amigos. Hemos acompañado a muchas familias en más de una etapa de su vida: cuando compraron su primera casa, cuando la vendieron para mudarse a otra, o cuando ayudaron a sus hijos a buscar la suya.
La clave está en tres pilares: transparencia, profesionalidad y discreción. Tres valores que no se improvisan. En el segmento alto, los clientes buscan seguridad y verdad. Saben cuándo alguien conoce de verdad el mercado, y lo perciben en la manera de hablarles y en los detalles de la gestión.
P: ¿Cómo definirías el estilo de asesoramiento que ofrece vuestro equipo?
R: Personal, riguroso y muy humano. Escuchamos primero, analizamos después. Nuestro objetivo no es solo cerrar una operación, sino comprender el contexto vital detrás de cada decisión: una inversión, un traslado familiar, una nueva etapa profesional o un cambio de estilo de vida. Esa visión integral hace que nuestro asesoramiento sea muy cercano, pero también muy técnico. Combinamos empatía con experiencia, intuición con análisis de datos. Cada miembro del equipo conoce el valor real del metro cuadrado, pero también entiende lo que significa mudarse con niños, buscar un entorno seguro o encontrar una casa con luz, jardín y tranquilidad.
P: En vuestra web habláis de garantizar seguridad y confianza en cada paso de la inversión. ¿Qué medidas concretas tomáis para asegurar esto?
R: Supervisamos todos los procesos, desde la revisión documental y la coordinación con notarios o abogados hasta la evaluación técnica del inmueble. Trabajamos con una red estable de profesionales de confianza —arquitectos, abogados, peritos, paisajistas— y validamos cada detalle antes de formalizar una operación. También dedicamos tiempo a la parte previa, la de análisis y preparación: verificar titularidades, cargas, licencias, eficiencia energética o potencial de reforma.
Todo se revisa antes de publicar una propiedad. Nuestro objetivo es que el cliente tome decisiones informadas y con total tranquilidad. Esa seguridad jurídica y técnica es la base de nuestra reputación.
«SUPERVISAMOS TODOS LOS PROCESOS»
P: ¿Qué características hacen que zonas como La Moraleja, El Encinar o Ciudalcampo sigan siendo tan demandadas por compradores de alto nivel?
R: Ofrecen algo muy difícil de replicar: ubicación inmejorable, magníficas conexiones con Madrid centro y el aeropuerto, espacio, privacidad, seguridad y naturaleza. Son lugares que combinan calidad de vida con valor patrimonial. A diferencia de otros enclaves, aquí el entorno está consolidado. Existen colegios internacionales de primer nivel, servicios premium, una gran oferta gastronómica, clubs deportivos y una comunidad que valora la tranquilidad y la privacidad. Todo ello crea un ecosistema muy atractivo tanto para familias españolas como para compradores extranjeros que buscan residir cerca de la capital sin renunciar a un entorno verde y seguro.
P: ¿Cómo ha cambiado el perfil del comprador de lujo en los últimos años?
R: El comprador actual es más exigente y más informado. Se ha rejuvenecido el perfil, y vemos un notable aumento de clientes internacionales o empresarios y profesionales españoles que, tras vivir en el extranjero, eligen La Moraleja por su proximidad al aeropuerto, los colegios internacionales, la seguridad y el espacio. El jardín y la luz natural se han convertido en factores muy valorados, especialmente tras la pandemia. La búsqueda de casas con zonas abiertas, terrazas y espacios para teletrabajar o disfrutar en familia ha marcado una tendencia clara en los últimos años.
P: ¿Qué tendencias estáis observando actualmente en el mercado inmobiliario de alto standing en el norte de Madrid?
R: La demanda se mantiene muy sólida tanto en producto reformado como en casas para reformar. Muchos clientes buscan proyectos con personalidad, donde puedan intervenir con su propio arquitecto o interiorista. Se valora mucho la luz, las vistas y la privacidad, así como la eficiencia energética y el diseño contemporáneo. Ha aumentado la inversión en viviendas premium con proyectos de interiorismo integrados, pensadas para perfiles de alto nivel adquisitivo que valoran el «listo para entrar a vivir». A la vez, hay un resurgir del comprador que busca rehabilitar una vivienda clásica para adaptarla a un estilo más actual.

P: ¿Cómo influye la situación económica global o local en el comportamiento de los inversores en este segmento?
R: La incertidumbre geopolítica, la volatilidad de los mercados o la inflación hacen que el ladrillo en zonas prime siga siendo un valor refugio. La Moraleja y sus alrededores, como áreas consolidadas y de gran estabilidad, están mucho menos expuestas a las oscilaciones. El comprador de lujo tiende a pensar a largo plazo. Busca preservar valor y calidad de vida. Por eso, incluso en momentos de incertidumbre, las operaciones en el segmento alto no se detienen: cambian los ritmos, pero no desaparece la demanda.
P: ¿Se nota un crecimiento del cliente internacional?
R: Sí, de forma muy clara en los últimos tres años. Madrid se ha consolidado como destino seguro, con una excelente calidad de vida, clima, cultura y conectividad. Recibimos clientes europeos, latinoamericanos y de Oriente Medio que buscan establecer su residencia o diversificar inversiones. Muchos de ellos llegan por recomendación, atraídos por el equilibrio entre sofisticación y tranquilidad que ofrecen zonas como La Moraleja, Soto, El Encinar o Ciudalcampo.
P: ¿Qué importancia tiene la confidencialidad en operaciones de alto nivel y cómo se gestiona dentro de REA?
R: Es absoluta. Gestionamos numerosas operaciones que nunca llegan a publicarse en portales o redes. Manejamos la información con máxima discreción, tanto en la fase de comercialización como en la de negociación. La privacidad del cliente es parte de nuestro ADN, y forma parte de la confianza que depositan en nosotros.
P: ¿Qué papel juegan herramientas como el home staging, el interiorismo o la imagen digital de una propiedad en vuestro proceso de venta?
R: Un papel esencial. En un mercado tan visual y competitivo, la presentación marca la diferencia. Una vivienda bien presentada no solo atrae más visitas, sino que también transmite cuidado y valor. Contamos con un equipo especializado en home staging e imagen inmobiliaria para que cada propiedad proyecte su mejor versión, tanto en fotografía como en plataformas internacionales. Nuestro objetivo es que la primera impresión digital esté a la altura de la experiencia presencial.

P: ¿Cómo abordáis los proyectos de relocation o traslado para familias internacionales?
R: De forma integral. No solo buscamos casa: ayudamos en la adaptación a servicios, entorno y comunidad. Nos convertimos en el primer punto de apoyo de la familia en Madrid, lo que genera relaciones muy duraderas. Muchas de esas familias, años después, siguen confiando en nosotros cuando desean cambiar de vivienda o invertir de nuevo.
P: ¿Qué criterios tenéis en cuenta a la hora de valorar un inmueble de lujo con precisión?
R: Partimos de la ubicación y el estado de conservación, pero también analizamos distribución, orientación, materiales, privacidad y posibilidades de mejora. A esto sumamos referencias reales de operaciones recientes y una visión cualitativa que solo da la experiencia. En el segmento de lujo, dos casas en la misma calle pueden diferir notablemente en valor por detalles como las vistas, la luz o la intimidad del jardín.
P: En vuestra experiencia, ¿cuáles son los factores que más influyen en que una operación sea realmente exitosa para todas las partes?
R: La alineación de expectativas, la comunicación fluida y la profesionalidad en la gestión. Cuando comprador, vendedor e intermediario trabajan con transparencia, todo fluye. En REA entendemos que una buena operación es aquella en la que ambas partes quedan satisfechas y el proceso ha sido claro y respetuoso
P: REA ofrece compraventa, alquiler y también asesoramiento de inversión. ¿Cómo se logra mantener un servicio excelente en todos estos frentes?
R: Con transparencia, honestidad y una larga experiencia en la zona. Solo trabajamos en los entornos que conocemos en profundidad y con los que mantenemos contacto constante. Eso nos permite anticipar movimientos del mercado y dar respuestas coherentes y ágiles en todos los ámbitos: compra, venta, alquiler e inversión. La clave es no dispersarse. La especialización en Madrid Norte —La Moraleja, El Encinar, Ciudalcampo, Fuente del Fresno y Santo Domingo— nos ha permitido ofrecer una calidad de servicio que sería imposible si intentáramos abarcar más territorio.
P: ¿Qué papel juega vuestra red de colaboradores (arquitectos, abogados, decoradores, etc.) en el servicio global que ofrecéis?
R: Es fundamental. Nos rodeamos de profesionales de máxima confianza: arquitectos, paisajistas, abogados, decoradores o técnicos que complementan nuestro trabajo y aportan valor añadido. Juntos conseguimos que el proceso sea integral: desde la valoración y la comercialización hasta la reforma o el acondicionamiento final de la vivienda.
«nos rodeamos de profesionales de máxima confianza»
P: ¿Qué cambios o innovaciones esperáis implementar en los próximos años? ¿Hacia dónde creéis que va el sector inmobiliario de lujo?
R: El futuro pasa por combinar adecuadamente la digitalización con el trato humano. Estamos incorporando herramientas de análisis de datos, mejora visual, inteligencia artificial aplicada a marketing y comunicación digital avanzada, pero siempre al servicio del cliente. Creemos que el lujo del futuro será más consciente, eficiente y personalizado: menos ostentoso, más ligado al bienestar, la arquitectura sostenible y el confort emocional.
P: ¿Cuál dirías que ha sido el inmueble más emblemático que habéis gestionado?
R: Es difícil elegir solo uno. A lo largo de los años hemos gestionado propiedades muy singulares, desde fincas icónicas en La Moraleja hasta chalets de arquitectura contemporánea en Ciudalcampo o Fuente del Fresno. Pero más allá del inmueble, lo que recordamos siempre son las historias de las familias que confiaron en nosotros. Cada casa tiene su historia, y esa dimensión humana es lo que da sentido a nuestro trabajo.
P: Finalmente, ¿qué consejo darías a alguien que está considerando invertir o mudarse a una zona como La Moraleja pero aún tiene dudas?
R: Que venga a verla con calma. La Moraleja no es solo un lugar donde vivir, es un estilo de vida. La combinación de naturaleza, privacidad, seguridad y cercanía a Madrid no tiene equivalente. Nuestra recomendación es dejarse asesorar por profesionales con experiencia local, que puedan ofrecer una visión completa del mercado y acompañar cada decisión con rigor, conocimiento y cercanía. Porque, al final, la confianza se construye con hechos, conocimiento y un trato realmente humano.