El Centro Cívico Anabel Segura de La Moraleja se convierte en un lienzo para el papel y la luz con la inauguración de «Territorio en archivo», una cautivadora exposición de la artista madrileña Carolina Olivera. A partir de ayer, 10 de septiembre, y con acceso gratuito, el público tendrá la oportunidad de sumergirse en una meditación visual sobre la arquitectura del paisaje, un concepto que la autora aborda a través de la delicadeza y precisión del papercut.
La muestra es un viaje introspectivo que invita al espectador a una nueva alineación de lo que consideramos territorio. En cada una de las obras, Olivera explora la sutil coexistencia de elementos opuestos: la línea y el contorno, la figura y el fondo, y el marco y la ventana. Este juego visual permite que la luz y la profundidad definan un «espacio vacío» que no es ausencia, sino una dimensión repleta de significado, un vacío que nos confronta con nuevas perspectivas y formas de ver.

La obra de Olivera se sitúa en la intersección de lo real, lo imaginario y lo simbólico. La artista, influenciada por las reflexiones del escritor Georges Perec, concibe su trabajo no como una totalidad, sino como un fragmento. Su estudio se inicia desde una visión fractal de micro-espacios que, aunque no necesariamente constituyan un todo, se conectan a través de la percepción visual. El fragmento, el cambio, el espacio y el vacío se convierten en los ejes sobre los que pivota esta profunda reflexión artística, invitando a una contemplación sobre la diseminación de la realidad.
Un elemento clave de la exposición es la reflexión sobre lo que se ve y lo que nos mira. Los paisajes representados por Olivera nos instan a ver en el vacío, a encontrar la esencia en los rincones olvidados por el ser humano. En esos dominios, la artista desvela la impronta silenciosa de la naturaleza, un recordatorio de su omnipresencia incluso en los entornos más alterados por la mano del hombre.
La inauguración, que tuvo lugar a las 19:30 horas, fue un evento distinto. Carolina Olivera ofreció una charla performativa en la que guiará a los asistentes a través de su proceso creativo. La artista se centró en la percepción del espacio y la aplicación del color como puntos cardinales de su inventiva, ofreciendo una oportunidad inigualable para entender la génesis de su obra. Durante todo el periodo expositivo, Olivera estará disponible para consultas y visitas personalizadas, garantizando una conexión directa con el público que desee profundizar en su universo artístico.