El local franquiciado de Más que Pintxos situado en el Centro Comercial El Encinar, tras un cambio de propietarios, ha decidido bajar la persiana de su local y abandonar el centro comercial ubicado en el Norte de Madrid. Asimismo, se puede observar que en la página web ya no existe ni rastro del local situado en el centro comercial, y además, en Google Maps aparece la ubicación pero con el mensaje de ‘cerrado permanentemente’. No obstante, en su perfil de Instagram no han realizado ningún comentario ni publicación sobre esta situación.
En este sentido, la taberna Más que Pintxos, es uno de los restaurantes más conocidos de Madrid. La compañía hace ya más de 10 años apostó por ofrecer a los vecinos de la zona de Alcobendas, La Moraleja, Soto de La Moraleja y El Encinar, su carta basada en clásicos con un toque de cocina moderna. Entre sus pintxos estrella, uno de los más reconocidos y pedido por los clientes es el solomillo con cebolla confitada.
Sin ir más lejos, dicho centro comercial, se ha consolidado como un referente para los residentes de la zona y de los alrededores. Su diseño arquitectónico, de estilo tradicional y abierto, lo diferencia de los centros convencionales y le da un aire de plaza de pueblo. Aunque no está estrictamente dentro de La Moraleja, es considerado una extensión natural de su área de influencia, ya que acoge a gran parte de sus vecinos.

EL CENTRO COMERCIAL EL ENCINAR ACUMULA CIERRES EN SU CATEGORÍA GASTRONÓMICA
«Hace tiempo que no íbamos, pero siempre nos había gustado. Parece que han cambiado los dueños y se han cargado el restaurante. Un local sucio, caro para lo que es, y pésima atención al cliente»; «Llevo 20 años yendo con mi familia a este sitio, se caracterizaba por tener grandes cantidades, buen sabor de la comida, buen trato de personal y ahora se ha convertido en otro lugar más que busca recortar costes y encima lo hacen mal»; son algunas de las últimas declaraciones de los clientes ante la situación que vivían al ir al local o al pedir a domicilio.
En este sentido, uno de los grandes problemas que tuvo que sortear Más que Pintxos fue el aumento de los costes. Es decir, los precios de alquiler en centros comerciales de alto nivel como El Encinar son elevados; y sumándole la subida de suministros y personal tras el Covid-19 que golpeó con fuerza a los negocios de hostelería, y a día de hoy hay algunos restaurantes que no han podido sobrevivir tras la crisis.
Si bien, el cierre de Más que Pintxos parece responder a la suma de desgaste del modelo de negocio, presión de la competencia, cambios en el consumo y costes altos, más que a un único fallo.
EL CENTRO COMERCIAL EL ENCINAR YA PREPARA SUSTITUTO PARA EL LOCAL DE MÁS QUE PINTXOS
Más que Pintxos aterrizó en El Encinar con la propuesta de ofrecer cocina española moderna, basada en el formato de tapas y raciones, con un ambiente desenfadado pero cuidado. Su llegada supuso una alternativa al modelo de hostelería tradicional de la zona y, durante sus primeros años, logró consolidar una clientela fiel formada en gran parte por familias y grupos de amigos. Sin embargo, no han conseguido seguir con su ‘buenhacer’.

«Nuestra experiencia se amplía con el servicio de take away, que incluye los platos de nuestra carta que mejor se adaptan para comer más tarde o volver a calentar en envases especiales. Tenemos una excelente relación calidad-precio y una cuidada presentación en nuestros pintxos y cazuelas. Prueba con másquepintxos en tu próxima reunión y ofrece este servicio a tus empleados», explicaban anteriormente desde la propia cadena de restauración.
Siguiendo esta línea, el caso de Más que Pintxos es también un reflejo de los cambios en los hábitos de consumo en Alcobendas y, en concreto, en urbanizaciones como El Encinar de los Reyes. La oferta gastronómica ya no puede limitarse a un formato único; los consumidores valoran la calidad, pero también la originalidad, el diseño del espacio y la experiencia global. El cierre de Más que Pintxos es un recordatorio de que la hostelería en zonas de alto nivel adquisitivo, como El Encinar de los Reyes, exige constante renovación y adaptación a las tendencias del consumido