Eva Sobrado, secretaria comarcal de UGT en la zona norte de Madrid, tiene el foco puesto en los derechos laborales en municipios como Alcobendas, San Sebastián de los Reyes o Tres Cantos. En esta entrevista repasa los principales desafíos que afronta el empleo en una de las áreas con mayor renta per cápita de la Comunidad de Madrid, pero donde también conviven fuertes desigualdades.
Sobrado denuncia la precariedad que sufren las trabajadoras del hogar, el abandono institucional tras el cierre de la oficina de empleo en Alcobendas y la dificultad de reincorporación laboral de los mayores de 45 años. Defensora del diálogo social y crítica con el neoliberalismo que desprestigia la labor sindical, insiste en que el futuro del trabajo pasa por la estabilidad, la formación continua y una mayor presencia sindical en todos los entornos, incluidos los más acomodados.
P. ¿Cómo valora la situación actual del empleo en Alcobendas?
R. Es uno de los municipios con menor tasa de paro en la Comunidad de Madrid debido a su fuerte y variado tejido empresarial. Pero, como en todas partes, sigue habiendo una temporalidad muy elevada en determinados sectores, una gran precariedad en el empleo juvenil y un crecimiento de la desigualdad entre los distintos distritos.
P. ¿Qué impacto ha tenido el cierre de la oficina regional de empleo en la ciudad?
R. Ha sido un fuerte golpe, sobre todo para los colectivos más vulnerables. No todo el mundo puede moverse con facilidad a otras localidades. Además, esa oficina no sólo tramitaba prestaciones, ofrecía orientación, formación y conexión con ofertas. El cierre limita el acceso a políticas activas de empleo.

P. ¿Qué perfil de desempleado es más común ahora mismo en la zona norte de Madrid?
R. Hay dos perfiles mayoritariamente, por un lado, la juventud con una fuerte preparación pero con grandes problemas de inserción en un empleo estable y, por otro, personas mayores de 45 años que han perdido su empleo y a los que les cuesta mucho reincorporarse, especialmente sin formación digital.
P. ¿Qué papel juega UGT en zonas como La Moraleja, donde hay mucho empleo doméstico?
R. Desde la Unión General de Trabajadores y Trabajadoras se sigue trabajando para dar voz y organización a las personas trabajadoras del hogar, en su mayoría migrantes y mujeres y en situación de vulnerabilidad. Queremos que conozcan sus derechos y puedan reivindicarlos.
P. ¿Tienen muchas dificultades las trabajadoras del hogar para exigir sus derechos?
R. Sí, son descomunales. En ocasiones no tienen ni contratos, y el hecho de que trabajen casi siempre en casas privadas hace que no haya manera de supervisar a las trabajadoras. Necesitamos más inspecciones y ratificar el Convenio 189 de la OIT (referido al de las trabajadoras domésticas).
«EN OCASIONES LAS TRABAJADORAS DEL HOGAR NO TIENEN NI CONTRATOS»
P. ¿Qué opinión le merece el modelo de empleo en urbanizaciones como La Moraleja?
R. Es un modelo que se caracteriza por una fuerte desigualdad. Conviven empleos altamente cualificado y empleos sumamente precarizados, especialmente el doméstico y de servicios. Debemos avanzar en la regularización y profesionalización de estos sectores, con derechos y salarios dignos.
P. ¿Está el sindicalismo suficientemente presente en los barrios más acomodados?
R. Creemos que no demasiado. Aparte de la desconexión palpable, en cuanto al el perfil del vecindario y la clase de empleo que se genera allí. Sin embargo, también es nuestra tarea abordar estos lugares, ya que los derechos laborales deben protegerse en todas partes y no solo en los polígonos industriales. Es necesario instalar puntos informativos para intentar legar a todo tipo de trabajadoras, desde personas que se dedican a las tareas del hogar hasta personas con alta cualificación.
P. ¿La reforma laboral ha mejorado realmente la estabilidad en el empleo en la zona norte?
R. Desde nuestro punto de vista sí, ya que los contratos temporales se han reducido sustancialmente. Empresas que se solían abusar de los contratos breves, optan por una contratación indefinida. La reforma no resolvió todos problemas pero fue una mejora clara en la estabilidad y la igualdad. Aunque desde nuestro punto de vista, quedan muchas cuestiones por mejorar.
P. ¿Qué medidas concretas propondría para reforzar el empleo digno en municipios con alta renta?
R. Pensamos que más inspecciones laborales para erradicar la economía sumergida. Políticas municipales que incentiven la contratación estable. Y, sobre todo, hay que promover la formación profesional y la formación continua para que la juventud y las personas mayores de 45 años tengan la oportunidad de llegar o recolocarse en empleos cualificados al lado de su casa. Si bien sería necesario seguir reforzando los pactos locales para el empleo, como el de Alcobendas.
P. ¿Cómo ha evolucionado la afiliación a UGT en la comarca norte en los últimos cinco años?
R. Hemos mantenido cifras estables, con un ligero crecimiento en sector servicios. Sin embargo, también entendemos que necesitamos actualizar nuestros discursos para conectar con las nuevas generaciones y con otros sectores menos sindicalizados.
P. ¿Qué sectores están tirando del empleo en esta zona y cuáles están más estancados?
R. Según nuestros datos, y teniendo en cuenta que estamos en la Comunidad de Madrid, los sectores tecnológicos, el logístico y servicios están creciendo con fuerza. A su vez, sectores como el comercio minorista tradicional y la construcción continúan con muchas dificultades.
P. ¿Qué propuestas tiene UGT para mejorar la empleabilidad de jóvenes en Madrid?
R. Creemos necesario impulsar, una formación profesional de calidad, una promoción de las prácticas no abusivas, y un acompañamiento en el tránsito al empleo de gente joven con orientación real. Y un buen financiamiento, por supuesto, y una buena capacidad de coordinación con los agentes sociales de los planes de empleo juvenil público. Y también ofrecer orientación específica a los nuevos emprendedores.
P. ¿Y para los mayores de 45 años que pierden su empleo?
R. Necesitamos políticas activas específicas para este colectivo: siendo muy importante la recualificación digital, incentivos a la contratación y apoyo psicológico. Creemos que hay mucho talento en esas personas, pero el mercado laboral a menudo los descarta. No podemos permitir esa discriminación por edad.
«NECESITAMOS POLÍTICAS ACTIVAS PARA LOS MAYORES DE 45 AÑOS»
P. ¿Qué balance hace del diálogo social en la Comunidad de Madrid?
R. Se han dado pasos en la dirección correcta, especialmente en los buenos momentos. Ha habido una ausencia evidente de voluntad política en los malos momentos. Necesitamos de todos los grupos políticos de la Comunidad que comprendan que el diálogo social es un importante dispositivo clave para establecer acuerdos y preservar empleos, independientemente de las ideologías y las siglas, ya que las personas trabajadoras vota a todo el arco parlamentario.
P. ¿Cuál es el mayor reto sindical hoy en Madrid?
R. Acabar con la precariedad laboral: los falsos autónomos, el abuso de la parcialidad laboral, la subcontratación abusiva… y que más trabajadores se sientan representados y con un sindicato cercano y útil. También la vivienda, ya que estamos comprobando que las personas trabajadoras tienen mayor dificultad para acceder a ella.
P. ¿Hay una desconexión entre los nuevos trabajadores y las organizaciones sindicales tradicionales?
R. Estamos haciendo un esfuerzo considerable para modernizar nuestro vocabulario, presencia digital y acciones, con la intención de que la juventud no sienta que somos una formula del pasado, que les pueda resultar poco atractiva. Y es que el sindicalismo tiene que realizar una mejora constante si se quiere ser de utilidad para las personas trabajadoras de las plataformas, los coworkings o los que trabajan a distancia.

P. ¿Qué mensaje le daría al neoliberalismo, que propaga que «el sindicato no sirve para nada»?
R. Les diría que sin sindicatos no habría jornada de 8 horas, vacaciones, permisos de maternidad, salario mínimo. El sindicalismo ha hecho progresar la democracia. Decir que no sirve es callar la historia y los derechos que tenemos hoy.
P. ¿Qué futuro le ve al sindicalismo en España en los próximos diez años?
R. Hay mucho futuro para el sindicalismo, siempre que aprenda a adaptarse, a escuchar y a acercarse a los trabajadores con humildad y eficacia. En un mundo del trabajo crecientemente individualizado, la defensa colectiva seguirá siendo crucial. Y habrá razones para organizarse mientras exista la desigualdad. Juega un papel fundamental en la igualdad entre diferentes clases sociales, mujeres y hombre, etc. Ya que evita los desequilibrios y garantiza unos servicios mínimos para todas las personas.