Las calles Hiedra e Iris, en el corazón del Distrito Urbanizaciones, han comenzado a transformarse. Con una inversión municipal de 975.551 euros, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de remodelación integral que promete revitalizar la infraestructura urbana y mejorar significativamente la calidad de vida de los residentes entre las calles Zarzamora y Jazmín. Esta actuación, largamente esperada, marca un hito en la mejora de uno de los enclaves más reconocidos de la capital.
Los trabajos en curso no solo se centrarán en una simple renovación superficial. El proyecto busca eliminar por completo las barreras arquitectónicas, creando itinerarios peatonales accesibles, cómodos y perfectamente pavimentados. Se adecuarán los vados y los accesos a las parcelas, garantizando una movilidad fluida para todos los vecinos. La red de recogida de aguas pluviales será rehabilitada, y el alumbrado público se modernizará con la instalación de más puntos de luz, prometiendo mayor seguridad y visibilidad durante la noche. Además, se procederá a la limpieza y reparación de los colectores existentes, una medida clave para prevenir futuros problemas.
La estética y la funcionalidad también son pilares de esta remodelación. El mobiliario urbano será renovado, aportando un aire fresco y moderno a las calles. La señalización vertical y horizontal se actualizará para mejorar la organización del tráfico, y se instalarán reductores de velocidad, una medida pensada para calmar el flujo de vehículos y aumentar la seguridad de peatones y ciclistas. La red de riego será modernizada, y se incrementará la presencia de arbolado con nuevas especies, lo que contribuirá a un entorno más verde y saludable. La ambiciosa intervención incluirá también el asfaltado completo de la calle Zarzamora, completando así una transformación integral de la zona.

BUSCANDO LA SEGURIDAD DE LOS VECINOS
Cristina Capdevila, concejal del Distrito Urbanizaciones, ha enfatizado la importancia de esta actuación, destacando que “contribuye al bienestar y aporta más seguridad a los vecinos de El Soto de La Moraleja”. Capdevila ha señalado que esta remodelación “llevaba más de un lustro diseñada, pero absolutamente paralizada”, un hecho que generaba frustración entre los residentes.
Según la concejal, la actual corporación municipal ha tenido como prioridad desatascar este proyecto, dotándolo de presupuesto, licitándolo y finalmente ejecutándolo. “Era una reforma tan esperada tanto por los vecinos como por la Entidad de Conservación”, añadió Capdevila, subrayando el compromiso del gobierno local con las demandas ciudadanas.
Las obras, que se iniciaron la última semana de junio, han sido estratégicamente planificadas para minimizar el impacto en el tráfico y reducir las molestias a los residentes. Se ha aprovechado el periodo vacacional de verano, cuando la actividad en la zona es menor, para dar comienzo a los trabajos. Se estima que la duración de las obras será de aproximadamente seis meses, y todo el proceso se ha diseñado para que la interrupción de la vida diaria de los vecinos sea mínima. Con esta remodelación, las calles Hiedra e Iris están destinadas a convertirse en un modelo de infraestructura urbana moderna y accesible, mejorando notablemente la calidad de vida en El Soto de La Moraleja.