Cuando Joaquín Mazón decidió que ‘El Casoplón’ por el que puso título a su más reciente película estaría en La Moraleja, no sabía que grabaría muy lejos de la lujosa urbanización madrileña. Durante 6 semanas una de las casas se alquiló en Las Rozas, también en Madrid, pero las calles de la zona fueron hechas vistiendo las de varios barrios de Bilbao de las zonas tanto lujosas como las pobres de la capital española.
La realidad es que por espacio e impuestos construir el set de la casa que protagoniza la cinta de la mano de Edurne, Pablo Chiapella y Raquel Guerrero no se veía como viable. Una cinta que, a modo de comedia familiar española, bebe de una idea central similar a la de ‘Parasitos’ de Bong Jong Hoo, y como la ya mítica cinta del surcoreano, es necesario tener un set que se pueda controlar casi al 100%. La cinta, una de las películas españolas más exitosas de esta primera mitad del año, es también un recordatorio de la fama que ha construido La Moraleja como uno de los espacios más lujosos e importantes de la capital.
Es que poco a poco la zona empieza a calar cada vez más en la cultura popular del resto del país. Entre los vecinos famosos, sean los jugadores y exjugadores del Real Madrid o estrellas de Hollywood como Richard Gere, este tipo de nombres, sumado a los precios de la zona, hacen que sea un espacio atractivo también para productores, directores y guionistas del cine y la televisión.
UNA CASA QUE NO SE HUBIESE VISTO EN PANTALLA
Como lo revela el director, uno de los objetivos era que la casa no se hubiese visto en pantalla, ni en televisión ni en cine. Eso requirió un esfuerzo especial del director, como lo explicó el propio Mazón en una entrevista para el canal de YouTube ‘Nocheamericana’ explicó que esto afectó el proceso de producción de la cinta, por qué marcó las decisiones a la hora de diseñar las tomas, y las escenas, en particular las de exteriores.
Incluso con el apoyo de Disney, a través de Buena Vista Intencional, era complicado solo reconstruir la zona. Aun así hay suficiente parecido en las tomas desde Las Rozas como para que algunos vecinos de La Moraleja sean engañados con la idea de que la cinta fue grabada al lado de su casa. Lo cierto es que este es uno de los retos más complicados de cualquier serie o película que ocurra en la capital, algo que para el cineasta detrás de la ‘Familia Benetton’ no es una sorpresa.
Ya son los espectadores los que deben definir si el efecto funciona o no, pero el haber superado el millón de euros en taquilla habla de un objetivo cumplido, o al menos de unos espectadores que no se han preocupado demasiado por los problemas que pueda haber para esconder la imitación de la urbanización de lujo no han sido una prioridad para los espectadores. En cualquier caso, el esfuerzo en la producción es evidente, y a medida que se haga más y más famosa, la zona donde ocurre la cinta servirá como una importante guía para futuros cineastas en una situación similar.
‘EL CASOPLÓN’ Y LA PRODUCCIÓN ESPAÑOLA
Lo cierto es que la apuesta de Buenavista internacional, sucursal de Disney para los países de habla hispana, es además un recordatorio de lo atractivo que se ha hecho trabajar produciendo cine y televisión en territorio ibérico. Allí está el éxito que han tenido para Netflix ‘La Casa de Papel’ o ‘Élite’ para demostrar por qué es una apuesta tan interesante. Es mucho más barato producir que en otros territorios y la variedad arquitectónica y geográfica hace que haya opciones de diferentes tipos de producciones.
Sumado a la posibilidad de captar al público local, y la opción de intentar competir por premios internacionales, objetivos por los que no está demasiado preocupada la cinta de Joaquín Mazón. Pero más allá de todo es una explicación de por qué para los vecinos de la zona ‘El Casoplón’ puede sentirse tan distante, a pesar de que en teoría los protagonistas están viviendo en la calle del frente.