El Encinar de los Reyes, una de las urbanizaciones exclusivas de La Moraleja, pasó de manos de EE UU a las autoridades españolas en 1992, tras el fin de la Guerra Fría. Allí vivieron numerosos estadounidenses, destinados en la base de Torrejón, para convertirse después en el nuevo hogar de centenares de familias con un alto poder adquisitivo. «Se trata de familias con trabajos de alta remuneración y con hijos», afirman fuentes conocedoras y expertas en inmobiliarias consultadas por este medio.
Los precios de la zona son prohibitivos para el común de los trabajadores, pero no por ello hay un extenso mercado donde la compraventa y el alquiler continúan a velocidad de vértigo. «Hay escasez de oferta y alta demanda en el Encinar de los Reyes», como ocurre en las principales calles y barrios exclusivos de las grandes ciudades españolas, pero quien decide vender no lo hace por subirse a la ola especulativa, sino por el denominado «síndrome del nido vacío». «Es la principal razón», destacan las fuentes, pero también apuntan a otros motivos.
El «síndrome del nido vacío» se da cuando los niños dejan de serlo y emprenden su vida independiente del núcleo familiar. Se van a vivir a otro país o a otra zona de la ciudad, mientras los padres se quedan con una vivienda enorme a su cargo. «Se reducen costes y las viviendas no responden a esas necesidades. Ya ha cumplido su función, ahora será el turno de otra familia que emprenda prácticamente el mismo camino», apuntan las fuentes consultadas.
«Se produce un cambio vital», destacan otras fuentes consultadas. Hay numerosas razones para vender una vivienda en el Encinar de los Reyes. A modo de ejemplo, «una pareja mayor vende en La Moraleja porque su casa se le queda grande, ha cumplido una etapa y
quieren simplificar tanto a nivel logístico como de costes». El «síndrome del nido vacío es algo que funciona mucho en La Moraleja», puntualizan. «La familia ha tenido su etapa de expansión a nivel profesional y los niños terminan yéndose de ese hogar; los padres, en cambio, aguantan la casa durante un tiempo hasta que ven que no tiene sentido seguir ahí».
LOS CAMBIOS PROFESIONALES TAMBIÉN INFLUYEN EN LA MORALEJA
Que el «síndrome del nido vacío» sea la principal razón no quiere decir que sea la única. Otros motivos por los cuales se dedice poner en venta la vivienda se debe a un cambio en el trabajo o buscar otra zona, pero casi siempre en las urbanizaciones cercanas. También la «evolución del crecimiento familiar», es otro de los motivos por los que se realiza la compraventa.

Lo habitual en este tipo de operaciones también se centra en vivir en una zona más grande, como La Morajela. «Alguien que vende en El Encinar es también para comprar en La Moraleja una vivienda más grande. Es algo bastante habitual», apuntan. «Ocurre mucho», destacan. «Normalmente, estas familias no se mueven de la zona, pero sí cambian por una vivienda mayor debido a ese crecimiento familiar», explican.
El mismo caso se da en quienes han experimentado un «crecimiento profesional y por lo tanto ganas de irse a una casa que represente su éxito». Existen notables diferencias entre una urbanización y otra: servicios, jardines, tamaños… Pero todas las fuentes coinciden en que La Moraleja es, sin lugar a dudas, la mejor de las tres urbanizaciones -El Soto, La Moraleja y El Encinar-.
Los anuncios de las inmobiliarias de lujo ponen de manifiesto el interés por vender, como también por compra, a pesar del crecimiento sostenido de los precios durante los últimos años, a razón de dos dígitos largos anual. Las subidas no ahuyentan al comprador, que busca estatus, una vivienda alejada de las grandes urbes, pero lo suficientemente cerca de servicios para poder hacer su vida habitual. También buscan colegios exclusivos y en La Moraleja hay decenas de ellos.
LOS DESCUENTOS EN ALGUNAS VIVIENDAS
En los anuncios, los precios oscilan desde los 800.000 a los 15 millones de euros, aunque de media se sitúa sobre los dos millones. Los hay con jardines amplios y más de 200 metros de vivienda, hasta verdaderas mansiones y parcelas enormes. La cercanía a los centros comerciales, el Real Club de Golf y supermercados es también otro de los factores que influyen a la hora de elevar el precio.
Ofrecer descuentos no es lo habitual y menos en este momento

No obstante, en los tablones de las principales inmobiliarias también aparecen descuentos de interés, entre el 5% y el 10%, pero no significa una bajada generalizada de precios en la zona, ni mucho menos. Los precios se han elevado tanto que superan con creces su valor fundamental, pero se debe al momento del mercado, con una ínfima oferta en comparación con la demanda.
Estos descuentos están muy estudiados, tanto que se trata de operaciones de markéting. «No es lo habitual y menos en este momento», apuntan las fuentes que operan en este mercado. «Los precios se han disparado en la zona y es normal que se utilice un reclamo para llamar la atención de los potenciales compradores, pero no están bajando», desgranan. Así las cosas, el mercado inmobiliario en la zona goza de operaciones, mientras en otras zonas de Madrid se está secando por completo por el lado de la oferta.